Debo iniciar este artículo diciendo: “Nadie estará en desacuerdo conque el lenguaje es la principal forma de comunicarnos”, pues utilizar la frase “ninguno estará en desacuerdo...” es considerado “sexista” en las nuevas guías que circulan mundialmente como pautas para escribir correctamente.
La prensa ha publicado la grave discrepancia que se ha producido entre el señor Ignacio Bosque, académico de la Lengua Española, y una parte del gobierno venezolano, por un artículo investigativo escrito por el primero, que se llama “Sexismo lingüístico y visibilidad de la mujer”.
El trabajo de Bosque revisa varias guías, que diferentes organizaciones consideran válidas para la aplicación no sexista del idioma español.
Éstas apuntan a utilizar frases como: “quienes juegan fútbol” en vez de “los futbolistas”, o “la población española irá a las urnas el próximo domingo” y no “los españoles irán a las urnas el próximo domingo”, para evitar la discriminación.
Frases más simples como “Juan y María viven juntos” contendrían elementos sexistas y, aunque no podrían convertirse, según las guías, en “...viven juntas” pues, además de sonar mal, contendrían una incorrección flagrante, se recomienda decir “...viven en compañía”. El problema se presenta más complejo de resolver si la frase es “...viven solos” o “...están contentos”.
El diferendo con el Gobierno venezolano nace porque Ignacio Bosque ejemplifica como una muestra de este nuevo lenguaje, difícil de leer y entender, una de las disposiciones de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que dice: «Sólo los venezolanos y venezolanas... podrán ejercer los cargos de Presidente o Presidenta de la República, Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva, Presidente o Presidenta y Vicepresidentes o Vicepresidentas de la Asamblea Nacional, magistrados o magistradas del Tribunal Supremo de Justicia, Presidente o Presidenta del Consejo Nacional Electoral, Procurador o Procuradora General de la República, Contralor o Contralora General de la República, Fiscal General de la República, Defensor o Defensora del Pueblo, Ministros o Ministras de los despachos relacionados con la seguridad de la Nación, finanzas, energía y minas, educación; Gobernadores o Gobernadoras y Alcaldes o Alcaldesas ...»
¿Se ha vuelto difícil de entender el nuevo leguaje oficial, también en nuestro país? ¿Es ésta la mejor forma de comunicarnos? Júzguenlo ustedes mismos, lectores y lectoras.
El asunto es que Bosque no parece antifeminista en el artículo que escribe, sino que aboga para que estudiantes (no digo “los” o “las”) de todos los niveles puedan aprender a expresarse correctamente de forma que sean entendidos: discusión también válida para lo que sucede en el Ecuador.
Publicado el 14 de marzo de 2012
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