martes, 24 de septiembre de 2013

Seis grados de separación


Tenemos la suerte de vivir en una ciudad donde es posible mantener todavía una relación personal con los amigos y la familia. La soledad es indeseable pues, como decía una señora: “es bueno estar casados, aunque sea para pelear”.

Pensemos en una ciudad que tiene quince o veinte millones de habitantes: Nueva York, Tokio, México, con gente solitaria que hace lo mismo todos los días: levantarse, salir al trabajo, volver a un departamento pequeñísimo, dormir … levantarse … y así sucesivamente. En contacto personal, cero.

A mediados del siglo pasado se planteó una teoría llamada de los “seis grados de separación”. Supone que cualquier persona del mundo está separada de otra solamente por cinco pasos. En un ejemplo local, el lustrabotas del Parque Calderón seguramente ha limpiado los zapatos de alguna persona que es amiga del Gobernador; éste, por su parte, conoce al Presidente de la República que, a su vez, ha mantenido una relación con el Presidente de Cuba, que es amigo cercano del escritor Gabriel García Márquez. En teoría el trabajador del Portal del Parque podría tener un contacto con el autor de “Cien años de soledad” solamente en cuatro pasos, si puede seguir la pista.

Por supuesto esta separación, o unión, es solamente teórica sin los medios para lograrla.

Sin embargo, el cambio de las comunicaciones ha traído posibilidades reales de que tales aproximaciones se den. No es inusual que una persona mantenga un  “contacto” con un cantante, un actor de cine, un escritor o un político, y reciba de éste noticias directas. Tal acercamiento no es exactamente personal pero resulta impactante recibir un tuit de Julian Lennon, hijo de Cinthya y de John, que cuenta que hoy se encuentra en un determinado sitio del mundo y que ayer estuvo saludando con “uncle Paul”.

Posiblemente estos contactos son solamente placebos de una relación efectivamente deseada. Tiene razón tiene el letrerito de una cafetería que anuncia: “Aquí no tenemos wi-fi, así que puede Usted conversar”.  Los nuevos medios pueden acercar a quienes están lejos, pero alejar a los que están cerca. 

La soledad puede empezar en el primer grado de separación.

Publicado el 18 de septiembre de 2013

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