miércoles, 17 de abril de 2013

Marcianita


Cuando en 1959 –increíble el tiempo transcurrido- un argentino, famoso por llegar al Obelisco en helicóptero para sus conciertos, se dedicó a cantar “Marcianita”, no solamente marcó una época sino que ratificó la pregunta que se hizo San Agustín hace 15 siglos: “¿Qué es, pues el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé; si quiero explicarlo, no lo sé”.

¿A qué viene esta relación entre un filósofo y un intérprete que, por haber cantado “Kriminal Tango”, tuvo que salir volando de su país?
Es que Billy Cafaro volvió a poner en evidencia que el tiempo es inasible, incomprensible y, sobre todo, pasa veloz, simplemente por medio de las estrofas de “Marcianita”: “Ignorada marcianita,/aseguran los hombres de ciencia que en 10 años más/tu y yo estaremos tan cerquita/ que podremos pasear por el cielo y hablarnos de amor”.

Pero el punto no está allí, pues la carrera del espacio no ha traído a ningún conquistador la posibilidad de tener una marcianita, blanca o negra, espigada, pequeña o gordita.

El golpe certero lo da la estrofa final de la canción cuando, sin lugar a duda, Cafaro se adelanta a las palabras del presidente Kennedy, que aseguró que antes de terminada la década de los sesenta, el hombre habría llegado a la luna. Efectivamente así fue, y Armstrong en una escena vista en televisión de blanco y negro, posó el pie en nuestro satélite.

¿Qué dice la última estrofa de Marcianita? Pues nada menos que “la distancia nos acerca/ y en el año 70 felices seremos los dos”. Así como lo oye: en los años 70, cuando muchos ya habíamos nacido, los Beatles se habían separado, Salvador Allende había ganado la presidencia de Chile, el Apolo XIII volvía de su frustrado viaje, falleció Jimi Hendrix y así por el estilo.

Sin embargo, la marcianita no apareció ni aparece hasta ahora.

Los creadores musicales no pudieron quedarse quietos luego del fiasco científico de Cafaro y, por ello, con otro ritmo y en otro país, para acercarse más a la realidad científica corrieron un poco el tiempo y dijeron: “Para el año 2.000 la ciencia del amor/Será mecanizada con palancas y motor”, estrofa que se cantaba en los paseos de las chicas de la época. Como puede verse, San Agustín tenía razón.

¿Quiere conocer a Marcianita?: vaya a youtube.com/watch?v=8pyuS9i2H1U

Publicado el 17 de abril de 2013

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