miércoles, 5 de octubre de 2011

Un bus rojo y el cáncer

Los pueblos de la provincia del Azuay han visto en estos últimos meses, en un día cualquiera, que un bus rojo se acerca en medio de la polvareda o de la lluvia. La gran mole estaciona en medio de la plaza y baja su escalerilla, abriendo su interior para que los campesinos puedan ser examinados.

El gran bus rojo ha estado ya en Jima, San Bartolomé, Ludo, Guarumales, San Vicente, Chicán, y otros lugares que mucha gente no conoce. ¿Sabía Usted que están por aquí cerca?

Los médicos han atendido a miles de personas; utilizando tecnologías nuevas envían por satélite los análisis al hospital, donde otros, especializados en el área, dan un diagnóstico que vuelve por el ciberespacio al lugar de donde provino.

Es que el campesino, a veces, no regresa si se le pide que vuelva por el resultado de su examen. El trabajo habría sido, por tanto, inútil.

En la ciudad, un niño es atendido en el mismo hospital para un trasplante de médula. Este tratamiento tiene una altísima complejidad científica. Salva su vida porque tuvo la oportunidad de venir a Cuenca y encontrar que aquí podían atenderle.

Cáncer: palabra que nos impacta y abruma. Esta enfermedad, segunda en mortalidad en el planeta, no solamente la sufre el enfermo sino que afecta al núcleo familiar produciendo angustia inenarrable y destrozando muchas veces la vida de los más cercanos. 

La ciencia ha avanzado en la investigación de este mal, pero no ha llegado a encontrar remedio para evitarlo. Sin embargo, es conocido que su descubrimiento temprano permite su tratamiento e inclusive su curación.

Todo esto hace SOLCA, a veces sin el conocimiento de la ciudadanía y con la incomprensión de las autoridades. Hace algunos años desapareció el ingreso que recibía de los créditos bancarios. Hoy SOLCA está sujeta a que sus ingresos vengan del Presupuesto General de Estado, en el mismo valor fijado para el año 2008 pues no ha habido incremento. La Institución ha podido mantener su calidad por la autogestión que permite que, el que puede, pague por su tratamiento y colabore con los más pobres. 

Sin embargo el Estado le ha encargado nuevos retos: hoy los pacientes del Programa de Protección Social y los del IESS también son atendidos por SOLCA.

La Institución espera que su presupuesto aumente, pues solamente así podrá continuar desarrollando proyectos científicos que ayuden al control y la prevención de este flagelo que ataca a cualquiera, sin discriminar.


Publicado el 5 de octubre de 2011
coincidencialmente  la fecha de la muerte de Steve Jobs,
fundador de Apple,  enfermo de cáncer

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