SOLCA atraviesa por una muy difícil situación económica que puede llevar a su paralización con el terrible riesgo de que los pacientes que se encuentran en tratamiento dejen de ser atendidos y los nuevos no puedan iniciarlo.
Se ha dicho que SOLCA es una institución privada y que no tiene derecho a recibir fondos del Estado. Sobre ésta y otras aseveraciones infundadas y crueles caben varias precisiones: el Congreso ecuatoriano en el año 1953 por medio de un decreto legislativo encargó a la Institución “la conducción de la campaña anticancerosa en todo el país”. Fue, en consecuencia, el Ecuador quien escogió a SOLCA y le entregó una enorme y noble responsabilidad.
En nuestra ciudad SOLCA peregrinó por diferentes locales: estuvo en la Cruz Roja, bajo las gradas del Hospital Regional, hasta que un gobierno, de ésos que que hoy son tan denostados, creó un impuesto a los créditos bancarios que lo pagaron los ciudadanos. El dinero se entregaba de manera directa a SOLCA.
Este enorme apoyo de la gente permitió que SOLCA diera un salto enorme: en nuestra ciudad se construyó un hospital con los más altos estándares, se adquirieron los mejores equipos, muchos médicos fueron enviados con becas a especializarse en el exterior. El Instituto del Cáncer de SOLCA se convirtió en un centro médico de referencia nacional e internacional.
El actual Gobierno dispuso que el impuesto a las operaciones crediticias se suspendiera. Lo hizo en el año 2008, disponiendo que SOLCA reciba desde ese momento un valor del presupuesto del Estado. Este sistema, a más de crearle una carga adicional al país, ató a SOLCA a la burocracia gubernamental. El Código Monetario Financiero, aprobado en 2014, volvió a crear el impuesto del 0,5 por ciento a las operaciones crediticias, pero el dinero ya no va a SOLCA sino al Ministerio de Salud. Por su parte el Estado ha pedido a SOLCA que atienda a los pacientes enviados por este Ministerio y por el IESS. Lo hace porque sabe que están en las mejores manos.
Hoy SOLCA no recibe a tiempo ni el valor del 0,5 por ciento ni los pagos del Ministerio ni del IESS. En el primer caso el dinero viene de los ciudadanos, no del petróleo; en el segundo, de servicios que ha requerido el propio Gobierno. ¿La sobrevivencia de SOLCA, una pregunta sin importancia?
Júzguelo usted mismo.
Publicado el 9 de marzo de 2016
http://www.eltiempo.com.ec/noticias-opinion/12039-a-solca-no-es-importante/
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