miércoles, 23 de marzo de 2016

Fotonovela

Tengo un amigo que salió una vez en una fotonovela. Llevaba la revista en en el bolsillo de atrás del pantalón y la mostraba a todas las chicas que encontraba. En el fondo todos los demás le teníamos algo de envidia pues salir en una fotonovela en condición de galán no estuvo jamás a nuestro alcance.

Había sido escogido entre muchos por la publicación guayaquileña para que fuera fotografiado con unas guapas modelos en plan romántico. Este amigo, bien parecido, era lo más cercano a un actor de cine que habíamos visto y casi se codeaba con Ryan O’Neal, el de “Love Story”. 

Por supuesto, como toda fotonovela, la trama era más bien simple: el galán debía luchar por el amor de la muchacha en feroz combate contra una sociedad que no aceptaba la diferencia de clases entre los dos. Nuestro amigo era, sin embargo, el pudiente, el “noble” o conocido. Ella, guapísima, era la muchachita de  barrio que había sacrificado todo para llegar a donde estaba. 

Tratándose de una fotonovela, nuestro amigo no hablaba. Sobre su cabeza aparecían unos globos con frases hechas por otros, que mostraban una conversación basada en lugares comunes. Pero eso no importaba mucho: lo que realmente importaban eran las miradas que él lanzaba y que ella correspondía.

La fotonovela estaba publicada en blanco y negro. Habría sido muy caro imprimirla a “full color” y en mejor papel, pero se vendía muy bien. Estaba en el portal del Parque Calderón donde el señor Sánchez, en El Palacio de la Suerte Monsalve y en otros lugares de la ciudad. Se vendía también dentro de los buses interprovinciales y una vez me la ofrecieron a la salida de Guayaquil, en la plaza Victoria.

¡Había que ver quienes suspiraban por mi amigo! No solamente las quinceañeras cuencanas, también lo hacían las chicas del parque Seminario, en Guayaquil, en la avenida Amazonas de Quito y en Bahía de Caráquez. ¡Un éxito nacional!

Mi amigo no hizo carrera como actor de fotonovelas. No le interesó o no le llamaron más. Sin embargo la fama se mantuvo a lo largo de los años: los que vivió en Cuenca y después. Hoy aparece como abuelo en el Facebook, mostrando orgulloso a los nietos. 

Pasados 40 años mantiene la fama de ser el único de la jorga que estuvo en una fotonovela. 

Publicado el 23 de marzo de 2016
http://www.eltiempo.com.ec/noticias-opinion/12095-fotonovela/

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