miércoles, 23 de julio de 2014

Boleto a la Luna

El viejo Teatro Cuenca está repleto. La película que se pasa se llama “Dos hombres y un destino”; narra la historia de dos cowboys, Butch Cassidy y el Sundance Kid, protagonizados por Paul Newman y Robert Redford. Son asaltantes de bancos y de trenes en el Oeste.

Es el 21 de julio de 1969 y mientras la película rueda, “afuera” –y nunca mejor dicho- está sucediendo algo extraordinario que no se ve en las pantallas de televisión en blanco y negro, pues se transmite en vivo y directo en muy pocas partes del mundo.

Un astronauta acaba de poner un pie en la Luna. En el Teatro Cuenca un pequeño grupo de amigos ha llevado una radio al cine, para poder oír qué sucede: llenas de ruidos se escuchan las palabras “...un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la Humanidad”. 

Los asistentes de los asientos laterales piden que se apague la radio, pues estorba. ¡A quién se le ocurre llevarla al cine!

Pronto la película termina con la canción “Gotas de lluvia sobre mi”, que será un gran éxito.

Sucedió hace 45 años. Los vuelos tripulados han terminado y nadie más ha vuelto a viajar a nuestro satélite para ver desde allí, asombrado,  ese pequeño punto azul, la Tierra, que se eleva en el horizonte, tan lejos.

Electric Light Orchestra, o simplemente ELO, el conjunto musical del extraordinario Jeff Lynne, lanzó en 1981 una canción poco conocida. Se encontraba en el álbum “Time” y se llamó “Boleto a la Luna”.

Estaba escrita en un tono triste y la letra reflejaba la angustia de quien viaja con un billete sin retorno, añorando los viejos tiempos en que podía ver “el atardecer en tus ojos” y nada era tan complicado. El viajero mezcla los sentimientos de lo sorprendente que viene y la pena de lo que nunca más será.

En los ochentas también creíamos que viajar a la Luna estaría al alcance de todos. Han pasado 45 años y, por supuesto, nunca iremos a navegar en el polvo del Mar de la Tranquilidad o a correr por el cráter de Tycho. En una noche clara podemos verla brillar, inalcanzable. Con un telescopio potentísimo, inexistente, y la dirección correcta, hasta podríamos ver la huella de todos nosotros, imborrable para siempre. 

Ticket to the Moon aquí: https://www.youtube.com/watch?v=IPFwNCIsXBc

Publicado el 23 de julio de 2014

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