miércoles, 16 de abril de 2014

El australopitecus y los Beatles

Una mujer  camina a lo largo del desfiladero que muchos –muchísimos- años después será solamente un trozo de desierto lleno de arena y rocas. Lo hace con cierta gracia pese a su pequeña estatura, pues no llega más allá de un metro con veinte.

Vigila con detenimiento el paisaje abierto que tiene delante: el lago brilla con la intensa luz del sol. La simple presencia del agua ayuda a disminuir esa sensación de sequedad que la agobia desde hace varios días. La búsqueda del alimento diario se ha vuelto cada vez más difícil.
Los 20 años de su existencia han sido una larga vida. Está tan fatigada que cae al suelo para no levantarse más.

Treinta mil siglos más tarde, en una noche de luna y en el mismo lugar, varias personas escuchan “Lucy in the Sky with Diamonds” de los Beatles. Es el año 1974 después de Cristo. La canción es el tercer corte del álbum “El Club de Corazones Solitarios del Sargento Pimienta”. La guitarra de George Harrison introduce al oyente en un estado de psicodelia inmediata y la voz rasposa de John Lennon invita a imaginarnos navegando en un río sobre el que relucen cielos de mermelada. Paul McCartney toca el bajo que, en el estribillo, marca el sonido perfecto de un acompañamiento para oírse en solitario. Ringo redondea el sonido con la batería.

Los jóvenes científicos que lo escuchan en una grabadora de cinta,  han trabajado meses y meses en este lugar. Cada día esta música ha sido su compañía y ha servido para liberarles del tedio y del aburrimiento.

Sin embargo hoy están especialmente alegres pues el esqueleto que han encontrado está muy completo y muestra la imagen de un individuo de sexo femenino, con un cráneo no mayor que el de un chimpancé. Pero los huesos de sus piernas manifiestan que caminaba erguido.
Sin dudar, uno de ellos propone que este nuevo espécimen de la antropología se llame “Lucy”, y así lo nombran.

Lucy es un australopitecus afarensis, lejano pariente de los jóvenes que escuchan a los Beatles en medio del África, en la Garganta de Olduvai.  Sin saber cómo, un lazo invisible se ha tendido entre la joven que caminaba por el mismo lugar y los científicos que la han encontrado. Lucy es parte de la historia de la humanidad, que incluye la música que le ha dado nombre. 

Publicado el 16 de abril de 2014

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