miércoles, 9 de noviembre de 2011

Discriminación y jueces

Se ha publicado en la prensa del país una larga lista de nombres –son 334- del concurso para designar los jueces de la Corte Nacional de Justicia. De estos se elegirán 21.

La lista contiene el resultado de la fase de méritos y la nota máxima que podía obtener cada candidato es de 30 puntos. Sin embargo hay alguno que tiene más de 30: una de ellas aparece con 33. No es un error aritmético sino de la aplicación de un reglamento que utiliza medidas de acción afirmativa, que permiten que ciertas personas puedan sumar hasta cuatro puntos más y, por ende, rebasar los 30.

La acción afirmativa es conocida también como “discriminación positiva” definida como la “protección de carácter extraordinario que se da a un grupo históricamente discriminado, especialmente por razón de sexo, raza, lengua o religión, para lograr su plena integración social”.

La acción afirmativa en el presente concurso trata, en consecuencia, de amparar, favorecer o defender a las personas que forman parte de grupos discriminados y que, por ello, no podrían acceder a la Corte Nacional.

En este caso han recibido dos puntos o más (hasta cuatro) las mujeres, los emigrantes, los candidatos con discapacidades, los domiciliados en los últimos cinco años en una zona rural, los que se encuentran incluidos en grupos de pobreza, y quienes se han calificado a si mismos como parte de pueblos o nacionalidades indígenas, afroecuatorianas o montubias.

Caben algunas reflexiones al respecto: ¿estos grupos han sido discriminados y no han llegado, por ser tales, a la máxima instancia de la Administración de Justicia?

¿Se reconoce de esta forma su valor cuando, ante una misma calificación en las pruebas de oposición y méritos, tiene más derecho para llegar a la Corte Nacional el emigrante, la mujer, el ciudadano con índice de pobreza mayor, o quien ha expresado que pertenece al pueblo montubio?

Por último: ¿la persona beneficiada con la discriminación positiva será mejor juez que un hombre mestizo, sin discapacidades físicas, que haya residido en una de las zonas urbanas del país, laborado en la Función Judicial y, por tanto, no está en uno de los quintiles de pobreza?

Esperamos todos que la nueva Corte Nacional de Justicia cuente con hombres y mujeres capaces y honestos, que desarrollen el ejercicio de la magistratura con honorabilidad y sapiencia.


Publicado el 9 de noviembre de 2011

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